Personalmente me encanta tener en casa muchas alfombras, ya que me permiten disfrutar de una gran comodidad, a la vez que me ayudan a decorar de una manear sencilla. Eso sí, a pesar de que me gustan mucho las alfombras, tengo claro que no quiero abusar de ellas. Y es que si pongo demasiadas alfombras en casa, lo que estaré haciendo es recargar demasiado la estancia, por lo que no quedaría bien. Es decir, soy de las personas que recomiendan las alfombras, pero siempre dentro de unos límites.
Antes de apostar por un tipo de alfombra u otra, lo mejor que podemos hacer es realizar una comparativa especializada, a través de la cual te será un poco más fácil saber qué modelo de alfombra encajará mejor en tu decoración. No compres la primera que veas, sino que antes tienes que comparar para elegir la mejor opción para el salón, la habitación…
A continuación tenemos que tener en cuenta la forma y el tamaño ideal. Como es de esperar, el diseño es una de las cosas que primero tendrás que tener en cuenta a la hora de realizar este tipo de compra. Pero también tienes que tener en cuenta otros detalles como el estilo de vida que vas a realizar sobre ella y el lugar donde la vas a poner. No es lo mismo comprar una alfombra para el salón que para un cuarto de baño o un pasillo por ejemplo. Si la vas a poner en un sitio donde vas a pisar mucho, no lo dudes y comprar una alfombra que haya sido fabricada con un material resistente si no te quieres quedar sin ella en poco tiempo.
Por supuesto, el tamaño de la alfombra es muy importante. Tienes que tener en cuenta que tienes que cubrir un área determinada, pero no debe ser demasiado grande para evitar que la alfombra pueda recargarse. Lo importante es conseguir elegancia, pero no recargar demasiado la estancia. Esta es mi opinión, puede que a ti te guste que la alfombra sea lo más grande posible.
El color tiene que combinar bien con el resto de la decoración y la pintura que tengas en la habitación o estancia donde la quiera situar. Por ejemplo, puede ser una buena idea apostar por una alfombra con un diseño elaborado siempre y cuando los muebles sean de color neutro y lisos. Y si puedes, apuesta por combinar los colores de la alfombra con el color del sofá, así conseguirás una integración de la alfombra mucho más saludable en el salón. Puedes estar seguro de que si eliges la alfombra adecuada, esta hará que el diseño de la estancia sea mucho más bonito y en consecuencia te sientas mucho más a gusto con ella. En cambio, si te sientes agobiado, entonces es porque no has tomado la elección adecuada.
Por supuesto, una vez que tienes la alfombra, es importante cuidarla para conseguir que nos dure el máximo tiempo posible. Para que la alfombra tenga una apariencia como nueva, te recomiendo los siguientes consejos.
Puede ser una buena opción poner debajo de la alfombra una lámina de caucho. Esta hará que sientas un mayor acolchado, a la vez que te ayudará a conseguir que la alfombra te pueda durar mucho más tiempo.
Es importante que tengas la alfombra siempre limpia, sobre todo en los periodos de alergia, debido a que en las alfombras se concentran muchos alérgicos. Se recomienda que el aspirado se haga al menos una vez a la semana, teniendo mucho cuidado con los flecos en caso de que los tenga.
Para evitar que en algunas zonas la alfombra se desgaste y en otras no, rota cada varias semanas. Así el desgaste será igualitario y en consecuencia la alfombra te durará como nueva mucho más tiempo.
En la medida de lo posible, evita que caigan líquidos en la alfombra, sobre todo si no es agua.
Y para finalizar, si quieres realmente que la alfombra te dure el máximo tiempo posible, lo mejor será que la limpies a nivel profesional cada año o año y medio. Es un poco caro, pero a cambio la alfombra te durará mucho más tiempo.